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Aprovechando el buen tiempo y que las mareas eran bajas, nos decidimos cuatro troglobios a visitar unas calitas preciosas y solitarias, que descubrimos con la
"Aeroguía" y sabíamos que podían albergar un buen número de furnas, por ser una zona prolífera esta parte de Corme.
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Zona explorada- Furnas en Roncudo |
Gran parte de la fama de esta cavidad natural, reside en que en el mes de julio, se celebra en esta furna iluminada con velas, el concierto "Noite dos Encantos".
La zona que nos interesaba está en la carretera que va de Corme al Faro del Roncudo , un poco antes de llegar a las cruces que se ven desde la carretera y que rinde homenaje a los fallecidos en el mar...
A la derecha, mirando al mar y caminando o trepando entre rocas, aparecen dos furnas interesantes una al lado de otra, como dos ojos de un pulpo esculpido en la roca que vigila a todo aquel que pase a su alrededor...
La boca de la izquierda tiene poco recorrido cegándose a los pocos metros en una pequeña estrechez.
De todas formas, las furnas más sorprendentes son las que se encuentran caminando entre las rocas de la izquierda de la cala, mirando al mar.
A diferencia de las anteriores, la más amplia en este caso es la de la izquierda, la primera que aparece.
Sobre todo nos fascinó encontrar esta, tanto por su tamaño de bóveda, como por su fina arena en el interior, hasta llegar a un caos de bloques erosionados día a día por el mar y las olas. Descubriendo al final los increíbles microgours que surgen bajo una pequeña grieta, que todavía sigue manando un agua que...

La cavidad se ciega a la derecha de los microgours como se ve en la imagen, entre cantos rodados a los escasos tres metros.
no supera los 6 metros y los bloques en este caso, los encontramos a la entrada de la misma...
El resto de furnas son de menor interés exceptuando una que encontramos si seguimos el borde del litoral en el que nos encontramos, y antes de llegar a la punta.
Tiene como particularidad que se puede ir por arriba o por abajo como se observa en las imágenes, en dos pequeños niveles, que hay que realizar reptando. siendo la parte inferior más larga y alta, aunque a los siete metros aproximadamente se estrecha tanto que es imposible avanzar.
Bordeamos la Punta das Gralleiras y subimos para otear la pequeña isla que hay enfrente, y los traicioneros bajos, tan peligrosos para cualquier marinero que los desconozca, llamados Pedra e Baixos do Leixón
Al girar la Punta, aparece ante nosotros una increíble calita solitaria a donde seguro volveremos algún día como este, de sol radiante y mar en calma...
Y entre las rocas caminando de vuelta encontramos grandes cantidades de Sal Marina:
Pronto continuaremos desarrollando nuestro particular catálogo de Furnas para tenerlas estudiadas y localizadas, y porque es realmente un placer, sobre todo con buen tiempo, descubrir las caprichosas formas y húmedas cavidades formadas por la bravura del mar en nuestra costa a lo largo del tiempo.