martes, 3 de septiembre de 2013

Descenso Barranco del Cerves - Melón



El barranco del río Cerves está en Ourense, en el ayuntamiento de Melón, entre Rivadavia y a Cañiza.


Es un barranco poco técnico, pero el encanto de este barranco reside en la belleza del paisaje y de sus pozas de aguas cristalinas, donde poder saltar a placer.





Milo nos envía las imágenes de este primer descenso deportivo del C.E.M. Troglobios de este interesante barranco...

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INFORMACION PARA EL DESCENSO DEL CERVES:   

Fuente: Barranquismo.net
Topo: Jesús Manuel Sáez (S.E.C.M. Celtas, de Vigo), 02/06/2001.
Mapa: Mapa IGN escala 1:25.000 hoja 224-II (Melón).
Longitud: 580 m
Desnivel: 140 m
Tipo de roca: Granito
Altura de rápel mas largo: 37 m.
R 37- Cerves-Melón

Información del caudal: El caudal puede aumentar en época de lluvias, y cambiar el panorama, pero la cuenca de alimentación no es tan grande como para que sea repentino y nos complique el descenso.
Combinación de vehículos: No es necesario llevar dos coches, para el regreso a pie, existe una pequeña senda que sale desde la última poza, para enlazar con la pista por la que hemos venido con el coche. Otra opción, aunque menos cómoda, es llevar el coche hasta el pueblo y continuar por un camino que nos lleva hasta la parte alta de las cascadas. Este camino presenta la desventaja de ser más largo (va más allá del comienzo del barranco para luego retroceder), y que en su tramo final se encuentra más cerrado que el primero, aunque no es necesario ganar tanta altura como con el otro recorrido.
Material necesario: 2 cuerdas de 40 m.
Neopreno: Neopreno completo. Existen pozas en las que saltar, y en ciertas épocas el agua puede bajar fresca y darnos una sensación general de frío, sobre todo a última hora de la tarde, en que da la sombra. Orientación: NO/SE.
Material de instalación: Buena instalación, a base de doble anilla con parabolt en cada una de las cascadas. Aconsejable llevar material de instalación de repuesto. Pasamanos instalado.

Epoca: Final de primavera y verano.
Observaciones: 7 rápeles, el mayor de 37 m. Se podrían saltar la C 8 de la entrada y la R 5 del final. Cuidado con el tubo rocoso de la C 11, puesto que el agua hace un efecto de cortina y puede no verse, con lo que nos colaríamos en él involuntariamente. Por lo demás, no reviste peligro alguno puesto que se sale por debajo sin ningún problema. Agua limpia, debido a que no existen núcleos urbanos en la cuenca de alimentación.

Aproximación: Desde Melón (carretera Nacional 120, Logroño-Vigo, Km. 575) tomar una carretera que indica con un panel de madera “Fervenza de Tourón”. A 2 Km. del cruce, nada más pasar una pronunciada curva a la derecha y antes de entrar en la aldea de Tourón, tomamos una pista descendente, que nos lleva, tras unos 1.200 m., a la base de las cascadas. Hasta aquí se puede traer el coche con cuidado, pues la pista se va deteriorando y cerrando de vegetación con el paso del tiempo. Una vez en este punto, cruzaremos el río y comenzaremos a ascender por un camino que gana altura paralelo al recorrido del barranco. Hay que alcanzar un conjunto de pinos que se ven al lado de una peña, y luego mantener la cota hasta entrar en el río.
Retorno: ver combinación de vehículos.
Horario de aproximación: 15 minutos desde el coche.
Horario de descenso: 2-3 horas, dependiendo del número de personas que compongan el grupo.
Horario de retorno: 10 minutos (inmediato si no bajamos las dos últimas rampas).
Escapes: El recorrido se encajona en algunos puntos, pero a lo largo del mismo es posible acceder a las cabeceras de casi todas las cascadas o a las badinas desde el exterior, puesto que son aptas para el baño y hay una pequeña senda a lo largo del río, aunque no siempre visible completamente. En este caso hay que adentrarse en el monte de tojos, un tanto incómodo para andar.
Descripción: Las pozas de Melón, que son un entorno paradisíaco para darse un buen chapuzón veraniego, tienen en su parte alta este pequeño pero atractivo barranco, de fácil acceso, entretenido y variado.
Una vez en el cauce del río, conviene remontar unos 30 m. para llegar a una poza grande y muy bonita, en la que es posible saltar desde varias cornisas situadas a distintas alturas, siendo la máxima unos 7 m.






A partir de aquí, encontramos una sucesión de cascadas, todas ellas equipadas. Las dos primeras, además, se pueden salvar con saltando desde la cornisa izquierda (en sentido de la corriente) directamente a la poza. A continuación, una preciosa cascada de 23 m. con una gran badina en su base nos permite soltarnos a unos 6 m. de la recepción y realizar un tobogán espectacular.


  
cornisa a la derecha con pasamanos







Unos pequeños resaltes nos dan paso a un caos de bloques, que se salvan por una cornisa existente a la derecha, donde está montado un pasamanos, importante sobre todo cuando la roca está mojada. Cruzando de lado, podemos hacer un pequeño salto en la siguiente poza.







 Tras ella, un resalte y unos rápidos nos llevan a la cabecera de la cascada de 37 m., donde es posible saltar desde un amplio resalte situado a unos 6 m. del agua. Un nuevo caos de bloques nos lleva a la siguiente poza, desde la que es posible saltar por la izquierda.


















































 La siguiente cascada tiene la curiosidad de tener un pequeño puente rocoso por el que introducirse sin problemas para dar un poco más de emoción al recorrido, siempre que el caudal no sea excesivo, como podéis ver en el video:














 A partir de este momento podemos optar por salir al coche o continuar el descenso de dos rampas más, de 23 y 25 m. respectivamente. Tras ellas, un salto de 5 m. y unos pequeños resaltes nos conducen a la poza final, en la que es posible saltar desde un bloque situado a la izquierda.





 
 Y fializa el descenso del Cerves en un lugar para repetir, sin duda, con más troglobios después de ver las fotos y las caras de los amigos del Club y de Celtas al acabar el barranco jjj...

 Para terminar unas imágenes de algunas especies vistas en el transcurso del descenso, que siempre alegran la vista y la estancia en el río. Algo que siempre se debe recordar al hacer barrranquismo en  estos vergeles, para interferir lo menos posible en el medio en el que nos movemos, tenemos que conseguir los deportistas el vivir en armonía con los animales, respetándo sus ciclos y hábitats lo máximo posible, para que nuestros hijos y los suyos sigan viéndolos cuando visiten estos mismos ríos.